Andrea del Verrocchio: maestro del renacimiento
En la National Gallery de Washington, se presenta por primera vez en Estados Unidos, una exhibición de este enorme artista que con su talento y genialidad cambió el curso del Renacimiento en la Florencia del Siglo XV.

Andrea del Verrocchio, Detalle de Madonna y el niño, c. 1465/1470, Staatliche Museen zu Berlin, Gemäldegalerie, bpk Bildagentur / Staatliche Museen, Berlin / Jörg P. Anders./ Art Resource, NY.
Andrea del Verrocchio fue un artista florentino que transformó las artes en la Florencia del Renacimiento. Nacido en 1430, fue el escultor más creativo de su generación, así como también el gran maestro de uno de los talleres artísticos más exitosos de Florencia. Pintor, dibujante innovador, muchos de sus asistentes se convertirían en los artistas líderes de la próxima camada de florentinos universales: Pietro Periggino, Sandro Boticceli, Domenico Gherlandaio, y Leonardo Da Vinci.
Andrea del Verrocchio tuvo la suerte de haber nacido en el siglo XV, en medio de un extraordinario “renacimiento” de las artes.
Durante la vida de Verrocchio, se produjo un enorme movimiento de construcción que cambió completamente la fisonomía de la ciudad. Florencia fue una república autónoma durante tres siglos y de las más ricas del mundo. Se construyeron nuevas iglesias y se remodelaron y expandieron las antiguas. Los florentinos ricos construyeron ambiciosos palacios de gran escala que había que llenar de esculturas y pinturas. Entre los grandes patrocinantes de esta oleada de nuevas obras de arte estuvieron los Medici, que era la familia más poderosa del momento. El escudo familiar todavía puede verse en palacios y en iglesias por toda la ciudad. En 1397 Giovanni de Bicci de Medici, fundó el Banco Medici que prosperó bajo la dirección de su hijo Cosimo.

Andrea del Verrocchio y taller and workshop, Tobías y el Ángel, circa 1470-1472. Londres, The National Gallery.
El Banco de los Medici se expandió por toda Europa; y entre sus clientes se contaba el papado. Con la fortuna llegó el poder, y a partir de 1444, Cosimo se convirtió en mandatario de facto y junto a su familia comandó la vida política y cultural de casi todo el siglo XV. Los Medici se convirtieron en los líderes del Renacimiento. Admiraban los textos clásicos antiguos y amaban la belleza de las obras de arte que comisionaban. Así que en el curso de tres generaciones se convirtieron en eruditos de las letras y las artes.

Andrea del Verrocchio, Madonna y el niño, 1470 o 1475, Berlin, Staatliche Museen zu Berlin, Gemäldegalerie.
Cosimo contrató al arquitecto Michelozzo para diseñar un nuevo palacio-hogar para la familia. El poeta florentino Angelo Polizano, quedó asombrado con el Palazzo “este palacio lleno de mármoles y obras de arte vale más que una ciudad. No hay un emperador o un rey que viva en un sitio como éste, solamente la capilla decorada de arte y ornamentos es excepcional, no existe un igual en la tierra”. Las paredes de la Capilla de Los Magos está cubierta de frescos realizados por el artista Benozzo Gozzolli, muestra el viaje de los 3 reyes magos y entre la multitud se pueden apreciar retratos de Cossimo, su hijo Piero y sus nietos Lorenzo y Giuliano participando en esa jornada sagrada.

Andrea de Verrocchio, Retrato de Ginevra de Benci. Circa 1470.
National Gallery of Washington.
El mecenazgo de los Medici en las artes transformó la ciudad; Andrea del Verrocchio quien era un joven artista, se convirtió en el escultor favorito de los Medici. En los 1460s Piero y Giovanni hijos de Cosimo, comisionaron a Verrocchio una escultura de David, el joven pastor bíblico que mató al gigante Goliat y salvó a su pueblo. La imagen de David se convirtió así en el símbolo de fuerza, virtud y buen gobierno para los florentinos; los Medici se sentían los protectores de Florencia y adoptaron al David como un símbolo de su rol en la ciudad.

Andrea del Verrocchio, David con la cabeza de Goliat, c.1465.
Museo Nazionale del Bargello, Florence.
Veinte años antes. Cosimo había encargado, al gran escultor Donatello, de la generación anterior a Verrocchio, crear una escultura de David, la primera imagen del David de tamaño real del renacimiento- No cabe duda que Donatello fue una referencia importante para Verrocchio a través de su vida. Era uno de sus héroes. El David de Donatello se percibe como un ser más meditativo, como que estuviera pensando en el significado de lo que estaba por hacer, (enfrentarse al gigante) en cambio el David de Verrocchio se ve más aplomado como queriendo retarnos e involucrarnos en su hazaña. Algunos de sus asistentes de taller posaban como modelos y se piensa que el joven Leonardo conocido también por su belleza, sirvió de modelo para el David de Verrocchio.
A los 30 años Verrocchio era ya uno de los más solicitados artistas de Florencia; con el apoyo de los Medici ganó un concurso para la iglesia de los gremios comerciales, como los textileros, herreros, peleteros, orfebres, talladores. A cada gremio se le dio un nicho en el exterior de la iglesia para poner una imagen de su santo patrón. Fue en esta obra que Verrocchio introdujo movimiento y drama en sus esculturas, telas drapeadas y grupos de personas compartiendo. Su obra Cristo y el apóstol Santo Tomás, que fue el apóstol que no creyó en la resurrección de Cristo y pidió tocar las heridas que le causaron la muerte en la cruz, fue develada en 1483 y es considerada una de las más famosas obras de Andrea del Verrocchio, “la más bella cabeza de Cristo nunca hecha”.

Andrea del Verrocchio, Incredulidad de Santo Tomás. Florence, Church and Museum of Orsanmichele (from the tabernacle of the University of Mercanzia).
Bargello Museums, Florence.
La variedad de trabajos que realizó Verrocchio en esos años dio fe de su versatilidad manejando diferentes medios, el dibujo, la pintura, la escultura, la cerámica y otros… Como pintor se destacó al igual que como escultor. Su Madonna y niño, por ejemplo, muestra su destreza al dibujar cuerpos que parece que respiran, su entrenamiento como escultor le sirvió para manejar la luz y las sombras. Su asistente Leonardo Da Vinci intervenía en estas obras y completaba las obras con ángeles o peces y otros animales que aparecen en “Tobías y el ángel” y en “El bautizo de Cristo”.

Bautismo de Cristo, circa 1475. Gallerie degli Uffizi
.Según Giorgio Vasari el gran biógrafo del Renacimiento, “En esta obra Verrocchio fue asistido por Leonardo Da Vinci, todavía muy joven, que pinta un ángel mucho más hermoso que el resto de la obra”. Leonardo vivió y trabajó con Verrocchio desde los 15 hasta los 27 años: como su alumno aprendió aspectos muy importantes de su arte y de sus ambiciones artísticas.”

Detalle del Bautismo de Cristo, circa 1475. El ángel de la izquierda fue pintado por Leonardo Da Vinci, en ese momento su asistente de taller.
Gallerie degli Uffizi
Al igual que muchos artistas renacentistas, Verrocchio estudió las imágenes de la antigua Grecia y Roma. Creó obras inspiradas en la escultura clásica. En 1476 Verrocchio recibió una comisión para crear un monumento funerario en honor al Cardenal Niccolo Forteguerri en la Catedral de Pistoia. Verrocchio desarrolló un nuevo estilo de drapeados utilizando incisiones profundas y superficies sinuosas para simular un movimiento dinámico. Ese es uno de sus más grandes legados.

Andrea del Verrocchio, Dama con flores, c.1475/1480.
Museo Nazionale del Bargello, Florence.
En la última década de su vida, Verrocchio era ya tan famoso que en 1483 fue llamado a Venecia en donde las autoridades le encargaron una estatua ecuestre del héroe militar Bartolomeo Corleone comandante del ejército veneciano. Esta escultura es un ejemplo de cómo Verrocchio lograba expresar emociones en su obra.

Estatua ecuestre del héroe militar Bartolomeo Corleone. Venecia
Verrocchio murió en 1488 antes de completar su escultura en Venecia. En 30 años cambió el curso del Renacimiento. Enseñó a los artistas jóvenes que trabajaron y estudiaron con él como Sandro Boticcelli, Leonardo da Vinci, Pietro Perugino, Domenico Ghirlandaio a crear figuras monumentales a capturar los efectos de la luz, y llenar sus obras de movimiento y expresión.
Ugolino Verino, poeta y autor de los hijos de Lorenzo de Medici, escribió “todo lo bueno que los pintores tienen, lo aprendieron de Verrocchio, bebieron de ese manantial de sabiduría y talento”.





Sus esculturas, muchas de ellas creadas para los Medici, son obras maestras del renacimiento italiano. Su belleza y refinamiento compiten con las grandes obras de la antigüedad. El arte de Verrocchio está lleno de espontaneidad, y vivacidad, tienen ese fuego y brillo que es realmente extraordinario. La perfección que logró es algo que han admirado los artistas hasta hoy a través de los siglos.














