por Caresse Lansberg
El Anatsui, artista de Ghana, ganó el León de Oro que es el premio mas importante que otorga la Bienal de Venecia en el 2015. En el 2006 estuvo como artista invitado y de nuevo en el 2007, en donde dos enormes de sus tapices de metal le fueron comisionados y colgados en el exterior del Palazzo Fortuny. En esa ocasión, su trabajo tuvo una popular y especial acogida.

El Anatsui. Intermitent signals (Detalle), 2009. Tapas de aluminio y alambre de cobre. Foto por Susan Vogel.
A sus 75 años, Anatsui ha logrado, con su maravillosa obra, un reconocimiento indiscutible, pero él no es ya solo un artista de África, sino un consagrado artista universal cuya obra está representada en grandes colecciones internacionales públicas y privadas de arte contemporáneo como el Centre Pompidou en París, The British Museum en Londres, el Metropolitan Museum of Art y en el MoMA de Nueva York.
Ghana freedom, Arsenale, Venecia 2019
Este año volvió a Venecia para participar en el pabellón de Ghana, en el Arsenale, con un grupo de artistas ghaneses en lo que se llama el proyecto GHANA FREEDOM de tal importancia para ese país que su primera dama lo inauguró en mayo en la apertura de la Biennale di Venezia 2019.

El Anatsui."A earth shedding its skin", 2019 Biennale di Venezia. Foto: David Levene.
La obra de El Anatsui presentada en el pabellón de Ghana en la 58 Bienal de Venecia es particularmente impresionante y visualmente poderosa. Consiste en bellísimos tapices que alternan colores marrones, amarillos y rojos, pero la verdadera sorpresa es acercarse y ver que están hechos de fragmentos de diversos materiales, especialmente aluminio reciclado de tapas de botellas y latas adheridos a una malla fina, miles de diminutos teserae que forman mapas geográficos de territorios imaginarios, en los que el espectador se pierde explorando ríos, lagos y contornos.

El Anatsui. Hovor, 2003. Tapas de aluminio y alambre de cobre. Foto courtesía, October Gallery, Londres
“… las obras evocan encaje pero también cota de malla; edredones pero también pieles de animales; prendas de vestir pero también mosaicos, sin mencionar los ricos paños ceremoniales de numerosas culturas. Sus cortinas y pliegues tienen una presencia escultórica voluptuosa, pero también una bravuconería indudablemente glamorosa ”. Roberta Smith
New York Times

El Anatsui. Dsexi (detalle), 2006. Tapas de aluminio y alambre de cobre. Foto cortesía: Jack Shainman Gallery
De África para el mundo
El Anatsui nació en Ghana en 1944 en la pequeña ciudad de Anyako, era el menor de 32 hermanos. Estudió en Kumasi en la Universidad de Ciencia y Tecnología. Desde entonces comenzó a trabajar en esculturas y tallas en madera, como un hobby, para mantener vivas las tradiciones con las que había crecido. Mudado a Nigeria a la ciudad universitaria de Nsukka, comenzó a dar clases y allí forma parte del llamado Nsukka Group.

El Anatsui. Opening Market, 2004. Lata, papel, pintura, iroko y plywood. Aprox. 1755 piezas. Foto cortesía: Jack Shainman Gallery
Una vez establecido con un taller en plena forma y trabajando en sus esculturas, una tarde caminando por un campo cercano se consiguió unas bolsas y cajas llenas de tapas de botellas de licor y tuvo la idea de recogerlas y comenzar a aplastarlas, doblarlas y unirlas con hilos de metal para formar grandes tapices o “textiles”, comenzando así otra etapa de su trabajo artístico experimentando con el uso de desechos específicamente, tapas y sellos de botellas de cerveza nigeriana para crear partes que después une como un todo formando “telas de metal” que diseña prácticamente en los montajes dependiendo de el color, y al cual da relieve según su visión del momento. Cada tapiz requiere el trabajo de decenas de personas que pasan horas uniendo las piezas y entregándolas al maestro como partes de lo que luego se convertirá en una enorme tela de metal que nos recuerdan los trajes de guerra medievales y de los guerreros japoneses. Estas obras viajan en cajas, fraccionadas que después se arman a la hora de la instalación.

El Anatsui. Gli, 2010. Tapas aluminio de botellas de licor y alambre de cobre. Foto cortesía Jack Shainman Gallery
“[Me interesa el textil porque] Siempre está en movimiento. Cada vez que tocas algo, seguramente habrá un cambio. La idea de una tela que puedes moldear y remodelar. Puede estar en el piso, puede estar en el techo, puede estar en la pared, toda esa fluidez está detrás del concepto.”
The Nomadic Aesthetic
El Anatsui

El Anatsui. Tiled Flower Garden, 2012. Tapas de aluminio y alambre de cobre. Foto cortesía: Jack Shainman
Anatsui ha recibido numerosos premios y reconocimientos entre ellos el Leon de Oro otorgado por la Biennale de Venezia en el 2015, El Praemium Imperiale otorgado por el emperadpr de Japon en el 2017, Honorary Doctorate que otorga la universidad de Harvard.
- 1990 – Public Prize, 7th Annual Triennale der Kleinplastik[10]
- 1995 – Kansai Telecasting Prize, 6th Osaka Sculpture Triennial[9][10]
- 1998 – Bronze Prize, 9th Osaka Sculpture Triennial[10]
- 2008 – Visionaries! Award, Museum of Arts and Design (MAD)[10]
- 2009 – Prince Claus Award
- 2009 – Artist Honoree, 30th Anniversary Celebration, National Museum of African Art

El Anatsui. Adrinka Sasa, 2003. Tapas aluminio de botellas de licor y alambre de cobre. Foto cortesía October Gallery, Londres.
A pesar de la fama y de todos los premios y reconocimientos recibidos, sigue trabajando desde su taller de Nsukka, en Nigeria, en el cual emplea a más de 60 personas que colaboran en la elaboración de sus tapices de metal.
“Cuando creo una obra … es, en mi opinión, una metáfora que refleja una respuesta alternativa para examinar posibilidades y ampliar los límites en el arte… Mi trabajo puede representar vínculos en la evolución de la narrativa de la memoria y la identidad “. El Anatsui


























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